¿Que
no se ha dicho acerca del reality Protagonistas de Nuestra Tele? Se le ha
tildado de basura, porquería televisiva, show pornográfico, reality actuado,
bazofia de masas y un infinito etcétera que no cabria en este blog. Aun así, y
sin acudir a los registros de Ibope y demás medidores de audiencia puedo decir
que se trata del programa mas visto en la actulaidad y el que mayor popularidad
registra entre la teleaudiencia nacional
Yo, y aunque cueste creerlo, jamás, óigase
bien, JAMAS lo he visto, ni esta edición ni todas sus anteriores. He podido
mantenerme alejado del espectro de idiotez que genera PDNT a pesar de las
constantes invitaciones de amigos y allegados para que sintonice ( y esto
en palabras de ellos, no mías)
a un par de perras que están riquísimas,
al churro de moda haciendo de profesor o a las pruebas divertidísimas que les
hacen a los de la casa estudio. Sencillamente no, nunca me ha interesado, ni
verlo, ni mucho menos hablar de el (hoy es una excepción) y si me tocara
verlo, preferiría en muchos casos recurrir a material pornográfico que creo
tiene más aporte a nuestras tristes vidas. Pero a pesar de ello me he visto
afectado por la fiebre maniaca que genera toda esta cretinada enlatada que se
emite en las noches de Nuestra Tele (será suya porque mía no es esa catajarria
de boñiga televisada). Es por ello que me he dado a la tarea de enumerar las 7
razones por las que detesto el furor de protagonistas de nuestra tele aun
si verlo, lo cual habla de lo perturbador que se está volviendo para esta
sociedad, así que comencemos:
1- El televidente chibcha: Esto lejos de
ser una novedad es una obviedad, y claro, lo lógico seria pensar que la
desagradable formula de éxito del show se debe a un público Colombiano pobre e ignorante,
que se regodea con este tipo de cochinadas que tanto favor les hace a sus
despreciables vidas. La regla es acusar a la masa ignara, entiéndase chusma, de
ser muy poco critica frente a su televisor y de consumir los programas que
menos le aportan a sus neuronas en constante estado de reposo. La conclusión
mas lógica es pensar que Protagonistas de Nuestra tele es exitoso porque la mayoría
de nuestra población es inculta, falta de educación y poco interesada en
propuestas que realmente valgan la pena.
2- La estructura del programa: Me cuesta
creer que algo tan prefabricado, banal y simplista genere tanta conmoción en
los hogares colombianos. Reitero que jamás lo he visto pero no es difícil
imaginarse cómo funciona. Modelos y caribonitos sin un ápice de talento se
adentran en una casa a fornicar y a generar controversias absurdas en base a
pruebas ridículas, de entre todos ellos siempre destaca un incomprendido de mierda
que es el motivo de odio de los demás (en mi casa ese soy yo, en Colombia vendría
siendo algo así como Andrés Felipe Arias), por alguna razón ese cabrón genera
una conexión con el televidente y en menos de nada se gana el aprecio de la
audiencia que lo lleva a ser el ganador. Lagrimas, aplausos y en un mes ya
nadie se acuerda del hijo de puta.
Textos primordiales para la narrativa como
La Poética de Aristóteles o el Guion de Robert Mckee están siendo despedazados
por este enlatado de situaciones previsibles. Incluso ya para nadie es un
secreto que las posibilidades de que este arreglado son altísimas. Y aun así lo
seguimos viendo, que pobreza
3-Los "pseudointelectuales” de
corbata y tenis : Un gremio que comprende a críticos ácidos estrato 4 , 5, y 6,
iconos de la irreverencia y encargados de moldear la opinión juvenil a través
de sus columnas en periódicos , revistas o en el peor de los casos Stand up Comedys.
Su modus operandi es distinto al de la
gleba, pues no se sientan a ver el show para hacerle fuerza a Osquítar o mandar
mensajes de texto cuando Andrea Serna de la orden, sino que se postran frente
al televisor con Blackberry o Iphone en mano, y desde la comodidad de sus
apartamentos en el Chico o Chapinero Alto arrojan constantes y visionarios
apuntes en Twitter sobre participantes y el show, satirizando todo lo que
sale en pantalla, haciendo gala de su lenguaje voraz y deslumbrante. Cuando
llega la hora de escribir sus columnas recurren a toda esa labia mordaz y
trasgresora y logran engendrar símiles entre el programa en cuestión y el
mandato del presidente o la destitución de algún político y Voilá!, se vuelven
los abanderados de la opinión en este muladar.
Sinceramente estos personajes (me voy a
ahorrar nombres pero seguramente muchos ya los habrán deducido) me repugnan por
esa doble moral tan latente que emanan. Son expertos en predicar una serie de
cosas que no llevan a cabo, profesan mucho y cumplen poco. Su quehacer es tan
absurdo que critican constantemente la situación deplorable del país pero al
igual que la masa ignara a la que tanto palo le dan se prestan para darle
rating y audiencia a este deplorable espectáculo, (o es que acaso creen que si
ven el programa para criticar entonces son menos estúpidos que los demás) y
todo eso lo disfrazan de elegante desdén en contra de los establecimientos. Yo
a estos seres los veo como el anticapitalista y anticonsumista que todos los días
fuma Marlboro y se manada su Coca Cola 350 ml
4- Alejandra Borrero: Me atrevería a
pensar que esta señora ya hace un buen rato que no sale en novelas o
producciones nacionales (no lo puedo asegurar porque no soy muy asiduo al
consumo de novelas) sin embargo, y hasta donde me acuerdo, es y ha sido una
actriz de reconocibles dotes histriónicos, buenos y variados papeles y un
merecido prestigio como artista formada en las tablas y no en las pasarelas.
Aun así, su papel en esta guachada no es más que un acto de demagogia pura o
sino cómo se explica que la dueña y fundadora de una escuela de actuación donde
demandan un aprecio por el arte dramático serio se preste para hacer de jurado
en semejante barrabasada que contraría todo lo que vende su dichosa institución
llamada Casa Ensamble.
¿Con que autoridad le puede decir a un
aspirante a actor que se instruya en el arte cuando todas las noches presta su
cara y su prestigio para una propuesta televisiva que premia el físico por
encima de la preparación, el showbiz por encima del teatro, la lamboneria
y oportunismo por encima de la constancia?
No me queda más que decir que esa
incongruencia de ideas demuestra la falta de carácter que tienen muchos de
nuestros ídolos de barro
5- Isabella Santodomingo: La abanderada
del feminismo criollo, la prodigiosa mente detrás de ese show ramplón llamado “Los
caballeros las prefieren brutas”, la patiña de esa otra despreciable tipa
llamada Alejandra Azcarate. Isabella vive en un eterno capitulo de Sex and the
City al igual que su compañera de chabacanería, se siente la digna
representante de una generación de mujeres que quieren creer en su descarada
prosa como solución al latente machismo de esta sociedad. Yo no acabo de entender
hasta qué punto esta señora tiene el derecho de juzgar un talento cuando nunca
ha tenido uno, y menos de actuación cuando solamente hizo un papel en toda su
carrera ( corríjanme si me equivoco) en la novela Perro Amor donde era más ella
misma que la interpretación de algún personaje. Creería que su rol pasa más por
ser la juez comemierda que institucionalizó Simon Cowell en American Idol y X Factor
y que ahora todos los realitys quieren imitar. Pero mas allá de eso lo de
esta señora, llena de botox y cirugías, es un movimiento de marketing para
generar ese ficticio conflicto que tanto añoran los productores de televisión
6- La oleada internauta: El medio de
comunicacion del nuevo siglo no ha podido escapar a la marejada de PNDT.
Incluso, parte de su éxito radica en la increíble acogida que ha tenido el show
en redes sociales. Basta con ver las tendencias en Twitter todas las noches
para darse cuenta que entre dos y tres pertenecen a tan ínfimo fenómeno. Y en Facebook
ni hablar, las páginas de fans, que tan populares se han vuelto, se volcán
constantemente a hacer chistes gráficos y memes sobre personajes del programa.
En Youtube la vaina es triste también, y lo corroboré la otra vez buscando
videos de Pro Skate y fijándome que tan solo colocando la P y R en el buscador
se abre una alta gama de resultados relacionados con el reality en cuestión lo
cual habla muy mal de como invierten los colombianos el tiempo en sus oficinas
y puestos de trabajo
7- La postura de la gente: Finalmente,
hagamos el ejercicio, preguntémosle a alguien que ve el programa porque lo hace
y nadie, absolutamente nadie asumirá que le gusta el verraco show ese. La
respuesta será de tipo " por las viejas que salen que están buenísimas",
"porque es para desestresarme", "porque hoy van a invitar a
Jorge Enrique Abello", "porque estoy canaleando", "porque
lo puse un rato mientras dan comerciales en Caracol", "porque hoy se
lo van a comer fulanito con sutanita", "Porque me gusta criticarlo
(para mí la más estúpida de todas las razones ), "Porque en la oficina se
lo están viendo y quiero llegar a hablar de el también " y así un larguísimo
compendio de razones, que mas que razones suenan a disculpas. Yo no soy nadie
para decirle a la gente que ver y que no, pero quiero encontrar a la primera
persona que me diga "Yo me lo veo porque me gusta hijueputa, porque es una
chimba de programa, no me lo pierdo todas las noches y siempre mando mensaje s
de texto" y encima que me sustente con hechos el porque le apasiona tanto.
Eso para mí es tener las cosas claras en
esta vida, pero no, por desgracia nadie asume sus actos, todo son disculpas y
pretextos en esta sociedad, todos anteponen alguna de las razones previamente
expuestas de por medio, como si de esa manera no ayudaran al rating, y a los
bolsillos del canal.
Tampoco les digo que se pasen a la
competencia a ver la novela de Pablito (próximamente dedicare un post a ese
otro esperpento) pero sean consecuentes con todo lo que hacen, si les gusta,
bien, véanlo, voten, tiren su vida por el caño todas las noches, entréguenle su
alma a RCN. Pero si usted, al igual que yo, cree que este tipo de sucesos televisivos
debe extinguirse por el bien de la comunidad haga lo que yo hago, cambie el canal,
o apague el televisor y no hable de ello, sencillamente hágalo. Yo le aseguro
que el precedente que se estaría construyendo sería algo jamás hecho. La acción
por encima de la palabra